Si se piensa con detenimiento se podrá descubrir que los líderes son apreciados más por la calidad de trato con sus seguidores, que por la inteligencia o conocimientos que posean.
En última instancia un líder no es un "todólogo" y cuando se enfrenta a una situación que no entiende, que desconoce sus características inherentes o que percibe superior a sus habilidades y conocimientos, siempre cuenta con asesores, consejeros y consultores a quien acudir para pedir el mejor consejo y decidir la mejor línea de acción. De esta manera resuelve aquellas situaciones que se le presentan como insalvables.
Pero algo que el líder no puede dejar en las manos de otro es la calidad de trato que tenga con los demás. Un líder es un verdadero maestro, un verdadero artista en el manejo de sus propias emociones y en la comprensión y manejo de las emociones de los demás.
Un líder sabe cómo administrar sus emociones y posee la capacidad de comprender las situaciones de los otros por lo que es capaz de establecer una relación de empatía con los demás.
Es posible que no todo lo que el líder se proponga en sus objetivos lo pueda lograr siempre. En algunos casos el fracaso se podría presentar. La frustración podría poner a prueba la capacidad de liderazgo y si no logra un manejo adecuado de sus emociones podría caer en el resentimiento, en el dolor por no haber logrado lo que se proponía.
Debe quedar claro que la administración de las emociones, no busca eliminar o negar las emociones humanas. Cada emoción tiene una utilidad, por eso están en la estructura psicológica de los seres humanos. Lo que se busca es una adecuada dosificación de esas emociones de tal manera que se logre el equilibrio armónico de tal forma que se pueda experimentar una carga emocional adecuada, proporcional a la circunstancia y siempre bajo el control del individuo que las experimenta.
La inteligencia emocional está compuesta por dos tipos diferentes de aptitudes:
- Aptitud personal: Determinan el dominio de uno mismo.
- Aptitud social: Determinan el manejo de las relaciones.
La aptitud personal tiene tres componente básicos:
1. Autoconocimiento: Conocer los propios estados internos, preferencias, recursos e intuiciones.
2. Autoregulación: Manejar los propios estados internos, impulsos y recursos.
3. Motivación: Tendencias emocionales que guían o facilitan la obtención de las metas.
La aptitud social tiene dos componentes básicos:
1. Empatía: Capacitación de sentimientos, necesidades e intereses ajenos.
2. Habilidades sociales: Capacidad para inducir en los otros respuestas deseables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario