Orientación profesional

Si el objetivo es una mejor condición de vida, continuar una mejor educación es lo único que lo puede asegurar y garantizar; por tanto, es de vital importancia saber elegir los estudios que se han de seguir una vez se ha concluido el bachillerato.

ERRORES MÁS COMUNES AL ELEGIR LOS ESTUDIOS SUPERIORES 

Es una condición completamente normal llegar al último año de bachillerato y no saber qué seguir estudiando. Cuando los meses avanzan y el año de estudios está por terminar, las universidades abren sus puertas para presentar sus ofertas académicas, es normal que la mayoría de estudiantes se sientan un poco perdidos por la incertidumbre de su futuro académico que aún no han decidido.

Ante estas circunstancias, a veces por falta de información y otras por la prisa con que se hacen las cosas, se pueden cometer algunos errores a la hora de decidir qué estudiar después de salir de bachiller.

Estos errores hacen perder tiempo, hacen perder dinero, lastiman el autoestima y se pierde la motivación para seguir superándose. He aquí estos errores.

1. Seguir la tradición familiar

Una forma fácil y no siempre acertada, es estudiar la misma profesión que tenía el abuelo, el papá, la mamá, el hermano mayor. Se debe tomar en cuenta que las habilidades profesionales no se heredan, así, es posible que la profesión de los padres sea una verdadera tortura para el hijo, y éste los podría seguir para no defraudar a su familia, pero será una persona insatisfecha con esa profesión.


2. Lo que digan mis papás

Decidir qué estudiar es una decisión TOTALMENTE PERSONAL, una decisión que ninguna otra persona debe tomar por el interesado. Pero con mucha frecuencia esto lo olvidan los padres de familia. Puede ser que papá o mamá elaboren afirmaciones como "Yo quiero que mi hijo sea ingeniero", "Si mi hijo no estudia administración de empresas no le pago la universidad", "Yo sueño con ver graduado a mi hijo de médico y eso es lo que él debe estudiar", "Es que si mi hijo no estudia para abogado me va a desilusionar" etc. Y la opinión del hijo o la hija? Parece que a este tipo de padres autoritarios y dictatoriales, la opinión del hijo ni les importa ni les interesa. 

Hay una buena cantidad de adolescentes que no tiene la capacidad de contradecir la opinión de sus padres y se someten al capricho de ellos argumentando que "si no les hago caso no me pagan los estudios"


3. Lo que estudien mis amigos 

Durante los años de estudio para ser bachiller, además del compañerismo se va desarrollando la amistad. Cuando esta relación de amistad es muy buena, es decir es una amistad que ayuda a alcanzar mejores niveles de madurez y contribuye con la salud mental y emocional, los amigos no se quieren separar y procuran seguir juntos a toda costa. Entonces se ponen de acuerdo qué carrera estudiarán juntos, incluso planifican cómo viajarán a la universidad, horarios de estudio, cómo se van a distribuir las tareas y los libros de texto, etc. Este enfoque es equivocado ya que se está supeditando la formación profesional al sostenimiento de la amistad. Sin darse cuenta de que la amistad puede seguir existiendo durante los años de la universidad.


4. Lo que estudie mi novia o novio

Esta situación es equivalente a la situación de los amigos, sólo que aquí se trata de una situación de enamoramiento, más un escondido temor de perder el amor de su pareja si llegaran a estudiar carreras diferentes y ya no se diga universidades distintas. La situación empeora si este noviazgo ha sido caracterizado por los celos, entonces el celoso impondrá a su pareja la obligación de estudiar lo que él ella) va a estudiar, para estar cerca y evitar que otra persona se inmiscuya entre los dos.

Esta es un forma equivocada de decidir qué estudiar.

Es mismo tipo de error cometen aquellos novios que por estar tan enamorados no quieren estar alejados uno del otro y deciden estudiar una carrera que les permita seguir estando juntos.


5. Lo que me haga ganar más dinero

Ninguna carrera universitaria hará ganar más dinero. El dinero llega por el trabajo que se haga. El graduarse de la universidad, el tener colgado en la pared de la sala el título universitario no va hacer que empiecen a llegar los cheques a las manos de nuevo profesional. ESO NO SUCEDE.

El dinero llegará por el trabajo constante y por la calidad profesional mostrada diariamente en el ambiente laboral. Ninguna empresa paga buenos salarios a trabajadores mediocres, sean profesionales o no. La calidad profesional mostrada en el trabajo de todos los días será lo que garantice que se obtengan mejores salarios.


6. Estudiaré la carrera más fácil

No hay carreras universitarias fáciles, todas son muy difíciles: son difíciles si el estudiante se equivoca en la elección de carrera, si no tiene disciplina de estudio, si no se esfuerza en ser un buen estudiante y no tienen las habilidades humanas necesarias como para triunfar ante las exigencias inherentes a la carrera elegida.

Si el estudiante elige acertadamente su carrera universitaria, si tiene la disciplina de estudio necesaria, si se esfuerza en ser un buen estudiante y si tiene las habilidades humanas necesarias que la carrera elegida demanda para triunfar, entonces la carrera que se ha elegido será una carrera fácil.


7. Estudiaré lo que me gusta

Si, esa podría ser una buena forma de elegir carrera universitaria; sin embargo, hay que tener una gran precaución ya que no todo lo que nos gusta podemos realizarlo con un buen desempeño. A muchas personas les gusta cantar, pero pocas, muy pocas, saben hacerlo bien. A muchas personas les gusta el fútbol, pero son pocas los que saben hacerlo de manera sobresaliente (no olvidar que no es lo mismo jugar fútbol en la canchas polvosa que está cerca de la casa o en el centro de estudio, que jugarlo en el estadio de la ciudad donde la gente paga por ver un buen espectáculo). De la misma manera, los ambientes universitarios son las "ligas profesionales".

En suma, lo que se trata de demostrar es que si algo gusta, eso no es garantía de poseer las habilidades necesarias como para un desempeño satisfactorio ante las exigencias que una carrera universitaria plantea.

Ayuda, eso sí, pero no es suficiente.


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