Preparándonos para ser líderes positivos

En el mundo moderno, en cualquier entorno social se necesitan líderes. En el deporte, en el comercio, en la política, en la religión, en el hogar, en el aula, en el trabajo, en los negocios, en el grupo de amigos; en todos los ambientes sociales que puedan ocurrir se necesita la presencia de un líder.

No es necesario que haya votaciones o elecciones para que se elija al líder; frecuentemente el líder surge de manera espontánea según las circunstancias que se van presentando, según las necesidades que se tengan que satisfacer. 



Hay que destacar que un líder debe tener una especie de "varita mágica", una habilidad especial que le permita lograr los objetivos que se propone, además de entusiasmar a otros en sus proyectos: eso es LA COMUNICACIÓN.

De todas las formas de comunicación con las cuales el líder puede contar, la que más frecuentemente empleará será la COMUNICACIÓN ORAL. No se trata de "hablar por hablar", sino que se busca convertir en un verdadero el arte el uso del lenguaje para lograr uno de los grandes objetivos de la comunicación desde el líder: lograr el convencimiento en sus oyentes.

Para esto la comunicación oral debe cumplir 4 objetivos fundamentales: 

1. Conocimientos de los propósitos comunicativos:

Aún cuando el líder prueba ser un experto en la improvisación a la hora de dirigirse a sus seguidores, sólo lo es su forma; pero en su contenido, el líder tiene claramente definido lo que esperar lograr al finalizar su intervención. En este sentido no deja al azar, no improvisa, ha planeado detenidamente los propósitos de su comunicación.



2. Tono adecuado al tipo de mensaje y de destinatario:

 Para entender a que se refiere lo del TONO, hay que tener muy en claro que un buen comunicador no se expresará de la misma manera hablando
ante campesinos que hablando ante exportadores agrícolas, aunque sea el mismo tema que se va a tratar y los mismos objetivos que lograr.

Juan Luis Fuentes De La Corte define el TONO como "un regulador entre
el sentimiento y la expresión, entre lo que sentimos y lo que decimos
(...) una misma frase puede causar en el receptor efectos variados según el modo y el tono con que se exprese".



3. Expresarse de manera que el destinatario entienda el mensaje: 

El emisor debe ser capaz de expresarse en el lenguaje que tenga un significado para el receptor. Con frecuencia se puede hacer alarde de una cantidad de palabras rebuscadas sólo para aparentar que se tiene suficiente conocimiento o que se es una persona culta. 

Pero en este esfuerzo no logra "hacer contacto" con su publico, por lo que el receptor no entiende de qué se le está hablando, se distrae, se aburre y deja de prestar atención al emisor.



4. Decir lo que se pretende comunicar:

Aun cuando parece que es obvio y por tanto innecesario mencionarlo es importante mencionar este aspecto porque a la hora de la verdad a muchos se les pasa por alto este cuarto objetivo. El comunicador, el líder que que se está dirigiendo a sus seguidores debe tener muy claro lo que pretende comunicar. Es decir, que debe ser capaz de expresar de una manera sencilla la idea central de su discurso. 

Si para él, que es el interesado en convencer a sus receptores, no es claro el núcleo de su discurso, la idea central, el objetivo principal, menos claro será para los receptores

Luego de que tenga clara la idea central, deberá poder identificar de manera inmediata las ideas secundarias que van a darle soporte a la idea central.

Ahora bien, a la hora de la exposición, el emisor debe exponer sus ideas de una manera ordenada, lógica, de tal forma que el receptor pueda seguirlo en cada una de las argumentaciones que dé y pueda llegar a la misma conclusión de que el emisor está interesado en demostrar.

 Esto exige al emisor que sea ORDENADO en la manera de exponer sus idea.


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